Con el largo informe de la OEA sobre las fracasadas elecciones de febrero, en las que, según dice, no hubo intento de fraude, queda fehacientemente demostrado que esa gente extraplanetaria no sabe que en este país a la casualidad se le llama chepa y al peso tolete; que aquí nada es una cosa ni la otra, sino todo lo contrario; que de cualquier yagua vieja sale tremendo alacrán; que el día más claro llueve y que en esta selva caribeña es posible hasta lo imposible. Y, por tanto, no va a entender tampoco la respuesta que merece: “¡Déjense de cuentos…A otro perro con ese hueso y pórtense más serios!”.
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