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“Las vírgenes de Galindo”, estremecedor relato de César Nicolás Penson

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Por: Emilia Pereyra

Las hermanas Águeda, Ana y Marcela Andújar pasaron a la historia por el relato “Las vírgenes de Galindo”, pues sus martirios y fatales destinos fueron contados por el escritor e historiador César Nicolás Penson en “Cosas añejas”.

Dados los recursos literarios manejados en la narración de los asesinatos de las muchachas, podría pensarse que el autor se basaba en la imaginación. Pero en realidad Penson hizo una recreación de unos crímenes sucedidos el 29 de mayo de 1822, en los primeros años de la dominación haitiana, que acrecentaron el rechazo a los invasores, ya que varios haitianos estuvieron involucrados en los sucesos.

El dominicano describe el ambiente, las costumbres, las fisonomías y vestimentas de las víctimas y el paisaje campesino en que acaecieron los hechos, entre otros rasgos de la etapa encabezada por Jean Pierre Boyer. Además, se refiere a la belleza de Águeda, la mayor de las víctimas, hija de don Andrés Andújar, igual que a sus dos hermanitas, huérfanas de madre.

Los asesinatos de las jovencitas ocurrieron en la estancia de Galindo, a donde vivían junto a su padre e Isabel, una esclava muda, que se mantenía junto a su antiguo amo, pese a que el régimen de Boyer había decretado el cese de la servidumbre.

Isabel fue la única sobreviviente del ataque, a cuchilladas, que acabó con la existencia de las tres muchachas asaltadas en una modesta casita de palma, situada en el bosque, rumbo a los altos de Galindo, cerca del camino próximo al río Ozama, en el antiguo Santo Domingo. El padre, don Andrés Andújar, también fue ultimado por los asesinos, quienes lo atacaron cuando se aproximaba a la vivienda.

En el relato se insinúa que las vírgenes fueron violadas y que las degollaron y descuartizaron. El autor manifiesta su desprecio por los haitianos, a los que llama “mañeses” y les critica sus “bailes salvajes”, sus “ranchos nauseabundos” y su “castiza brujería”.

Penson narra los crímenes y las dolorosas reacciones de la comunidad espantada por la violencia de los inesperados sucesos. El descubrimiento de los cuerpos fue “un día de juicio para la ciudad entera”, dice.

Igualmente, en “Cosas añejas” el escritor evoca episodios como los degüellos de Moca, el pánico causado por la llegada de Boyer con sus tropas en el 1822, el cierre de la universidad y la huida de todo el que pudo abandonar la colonia española.

La narración contribuye a reconstruir la memoria de la vida cotidiana de esa época cuando apenas se iniciaba el período de dominación que se extendió durante 22 años y concluyó con la declaración de independencia nacional en el 1844.

El libro “Cosas añejas” puede ser leído online en siguiente link: https://issuu.com/librosdominicanosenpdf/docs/c_sar_nicol_s_penson_-_cosas__a_eja

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