Hace unos días conmemoramos 55 años de la revolución de abril de 1965 un encierro de 141 días o cuatro meses y 19 días estuvimos cautivos en 300 cuadras rodeados por tropas invasoras a nuestro país lo que convirtió nuestra demanda de la vuelta a la constitución de 1963 y la reposición del gobierno derrocado el 25 de septiembre de 1963 por un grupo de militares, la iglesia católica, políticos, sectores empresariales y la llamada oligarquía criolla estimulados por los norteamericanos.

La Revolución de Abril del 1965 es la gesta heroica más hermosa y significativa de la historia reciente dominicana, pues miles de hombres y mujeres tomaron las armas para reclamar la vuelta a la constitucionalidad.
La guerra constitucionalista de 1965 constituye, sin lugar a dudas, una de las gestas colectivas más relevantes en la historia reciente de la República Dominicana y de Latinoamérica en defensa de su Constitución anulada por un golpe de estado.
A tan solo siete meses de haber asumido el poder tras las primeras elecciones libres después del ajusticiamiento de Rafael Leónidas Trujillo, el

27 de febrero de 1963 Juan Bosch se juramenta como presidente de la Republica acompañado por el doctor Segundo Armando González Tamayo como vicepresidente y el fueron derrocado por un golpe de Estado el 25 de septiembre de 1963, el manifiesto firmado por la jerarquía militar golpista que incluía a Antonio Imbert Barreras y Luis Amiama Tió dos de los participantes en el asesinato de Trujillo.

Tras el efecto de una campaña y de los mítines de “reafirmación cristiana”, sus pastorales gravitaba en una intensa cruzada de agitación contra la institucionalidad. Proclamaban las supuestas “Alarmantes maniobras del comunismo internacional ateo y disociador que desconocía a Dios” el gobierno de Bosch fue sustituido por un triunvirato integrado por Emilio de los Santos Salcié, como presidente; Ramón Tapia Espinal y Manuel Tavárez Espaillat.

Tras el fusilamiento de Manuel Aurelio Tavárez Justo junto a 21 jóvenes que le acompañaban el 21 de diciembre de 1963 y que reclamaban la reposición del gobierno recién derrocado, el licenciado Emilio de los Santos renunció a la presidencia y fue sustituido por el canciller Donald Reid Cabral. El descontento popular contra el triunvirato continuó creciendo. Un grupo de militares organizados alrededor del coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez se propuso restaurar al profesor Bosch en la presidencia bajo la consigna de «vuelta a la constitucionalidad sin elecciones». El 24 de abril de 1965 estalló una rebelión militar.
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