Corrupción y democracia banal
En estos últimos tiempos se ha conocido leyes y realizado investigaciones privadas y oficiales, a veces más de una, atinentes a la corrupción en diferentes países. En los Estados Unidos, investigaciones oficiales, informes y casos judiciales revelan que la corrupción es frecuente, tanto entre los políticos como entre los servicios de la Administración, en la policía y en las empresas. En Rusia ciertos delitos económicos, a menudo castigados con severidad, fueron el resultado de corruptelas en la producción estatal. Uno de lo más conocido en el pasado y que se quedó tapado, fue el caso en el cual se vio sitiado un hijo de Leonid Brezhnev, antiguo secretario general, jefe y señor de la desaparecida Unión Soviética. Aunque diferente en la forma y también en la motivación, la corrupción es a menudo modelo de vida tanto en los países capitalistas desarrollados como en los países en vía de desarrollo.
A nuestro entender, los principales factores que contribuyen a la corrupción y al tráfico son la concentración de poder, la riqueza y el estatus social, los regímenes antidemocráticos, la descomunal burocracia, los monopolios, las grandes corporaciones y otros grupos económicos e industrial, los servicios civiles pobremente organizados y mal remunerados (policía, ejército y bomberos), y como añadidura, una concepción materialista del éxito, en la cual dinero y el boato libran un rol sobresaliente. En países como el nuestro, hay que agregar el pago de lealtades y el uso aceptado de dádivas legítimas.
Los lazos familiares son lo adecuadamente fuertes como para que se solicite y logre protección y puestos de cualquier persona que detente una posición oficial importante; favores cuya concesión implica a menudo tanto la práctica de corruptela como la realización de delitos de naturaleza criminal. En lo relativo a las dádivas legítimas, destinadas a los funcionarios públicos y empleados civiles, mientras algunas tienen un origen remoto y son difíciles de erradicar, otras son de reciente creación. La diferencia más importante existente entre ella es que, otrora la mayor parte de esos presentes se hacían en naturaleza, en nuestros días se utiliza el dinero mucho, y sin duda con mejores resultados.
De vez en vez la corrupción se ha explicado como un rasgo peculiar del carácter nacional de la pobreza o de la falta de educación, pero ningunas de las dos. En lo que respecta a la ausencia o falta de educación, creemos como Raith y Simpkibns en el sentido de que la corrupción puede reducirse con una educación mejor, que en los países desarrollados, como en los Estados Unidos, la corrupción como delito de naturaleza penal y criminológico es más grave entre consejeros, administradores y políticos que entre los menos cultivados.
En las policías son frecuentes los casos de corrupción y en algunos Estados de Norteamérica han alcanzado notoriedad algunas de ellas. El hecho de que Senadores culpables de corrupción que, en caso de haber sido cometida por otro cualquiera habría supuesto una persecución penal, están todavía activos, tanto algunos Senadores de los diferentes Estados de la Unión como en el propio Senado de los Estados Unidos, parece indicar que la corrupción posee algo así como un estatus político reconocido.
En Italia, es el escándalo Morotta revela que en la corrupción la gente educada es más hábil que la gente no cultivada. La mayoría de los regímenes militares que tratan de auto justificarse como operaciones de limpieza llegan a hacerse más corruptas que sus predecesores, Nadie debe olvidar el escándalo en la cúpula militar chilena, en la que se encontraron envueltos en asuntos de corrupción financiera grandes jerarcas.
La diferencia más notable en que el hombre que está en el poder favorece el monopolio de su propio grupo. Se ha sugerido en ocasiones la publicidad como el mejor remedio para evitar la corrupción. Pero ahí no debe caerse en optimismos exagerados.
Entre los abogados la corrupción es más frecuente de lo que indican los casos denunciados o señalados a los colegios de abogados. La presunción jactanciosa de que se dan pocos casos de expulsiones de sus filas no significa que no exista la corrupción, sino que, por el contrario, esta se tolera o minimiza. La situación es muchas veces pero allí donde no existe colegio de ningún tipo o donde el ser miembro de un grupo no es obligatorio. Ciertos sindicatos son conocidos más por sus corruptelas que por cualquier obra de beneficencia.
La corrupción desde el punto de vista criminológico, está asimismo estrechamente relacionada con la tradición, el espionaje y la revelación de secretos de Estado. En nuestros días casi todos los países tienen leyes especiales y a veces tribunales especiales también para conocer de estas instancias.
La existencia deslealtades divididas, de afiliaciones o simpatías ideológicas y de otros factores que pueden desempeñar un papel en la comisión de delitos, pero aparte de no ser incompatibles con ellos, la corrupción suele ser con frecuencia el factor determinante de los mismos. El crimen organizado no puede existir sin que no exista corrupción oficial.
En fin, la conexión que presenta la corrupción con prácticas profesionales carentes de ética y la de ambas con delitos de naturaleza penal es perfectamente conocida en el campo de los seguros, de la publicidad, el comercio, el deporte y de la competencia ilícita entre los distintos canales de televisión.
Dos ejemplos patéticos de los últimos tiempos, son el pistoletazo que se propinó un dirigente político francés, reconocido culpable de haber recibido dádivas en un “affaire” de venta inmobiliaria en que recibió un apartamento de regalo. Otro escándalo es, el del hijo de la ex presidenta de Chile Michelle Bachelet, el cual está metido en negocios turbios junto con su esposa, en asuntos inmobiliarios, en los cuales según se dice, han comprado terrenos y apartamentos, prevaliéndose de la influencia de la madre, vendiéndose más caros.
En el momento, los dos partidos mayoritarios, uno en el poder y el otro en la oposición, se acusan mutuamente de tener en sus filas, narcotraficantes poderosos, sobre todo en lo atinente a dineros, que pagan y pueden pagar colosales campañas. No es la primera vez, y no es la primera vez que todo se queda igual sin sanción para nadie.
17 de junio de 2020
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