Periódico Digital de República Dominicana

En 1961 Joaquín Balaguer juramentó al Generalísimo Trujillo como Gobernador de Santiago de los Caballeros

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En un sencillo acto de juramentación se llevó a cabo en el despacho de Joaquín Balaguer

«El Generalísimo Trujillo, obtuvo una votación abrumadora para ganar la Gobernación de Santiago en representación del Partido Nacionalista.»

En 1957 Cuando Trujillo dispuso que su hermano Héctor Bienvenido fuera reelegido a la presidencia, optó por Balaguer como vice-presidente. Tres años más tarde el 20 de agosto de 1960 la Organización de Estados Americanos (OEA) impuso sanciones diplomáticas y económicas contra República Dominicana por la virtual participación del dictador Rafael L. Trujillo en el atentado contra el presidente de Venezuela Rómulo Betancourt, ocurrido el 24 de junio de 1960.

Luego del atentado al presidente Venezolano Betancourt, en el que se involucraba a Trujillo y la nación, la Organización de Estados Americanos (OEA), convenció al dictador de que no era apropiado tener a un miembro de su familia como presidente, Trujillo obligó a su hermano a renunciar, y Balaguer le sucedió en el cargo el 3 de agosto de 1960.

Fueron puras apariencias,Trujillo mantuvo su despacho en el Palacio y siguió al mando de todos los aspectos de estado, además juramentado en enero del 61, como Gobernador » Electo » de Santiago.

En esta imagen vemos a un Trujillo con imagen muy desmejorada, 5 meses después de este acto en el Palacio Nacional, el 30 de Mayo de 1961, cae abatido en la carretera a San Cristóbal, a manos de un grupo Antonio de la Maza, Antonio Imbert Barreras, Huascar Tejeda, Roberto Pastoriza, Cesar Estrella Sadhala, Tunti Cáceres, Teniente Amado García Guerrero, con su acción heroica pusieron fin a la dictadura de 31 años que gobernó la nación dominicana .


Fuente : AGN / Listin Diario.

El fin de la era de Trujillo

El período de oscurantismo y represión que caracterizó la Era de Trujillo no terminó la noche de su asesinato, el 30 de mayo de 1961, ni el 19 de noviembre siguiente cuando el último de sus familiares y allegados fue expulsado del país. Concluyó en realidad formalmente la mañana del 1 de enero de 1962, cuando el entonces presidente Joaquín Balaguer juramentó al Consejo de Estado de siete miembros encabezado por él, en el Palacio Nacional.


Las sanciones impuestas por la OEA fueron levantadas tres días después y el país pudo restablecer vínculos diplomáticos y comerciales con el resto del hemisferio. Pero la paz duró muy poco. El martes 16 de enero, después de varios días de protestas contra Balaguer y el general Rodríguez Echavarría, secretario de las Fuerzas Armadas, una multitud se congregó en el Parque Independencia ante un local de Unión Cívica Nacional para exigir la renuncia de ambos. Las fuerzas blindadas enviadas para mantener el orden abrieron esa tarde fuego contra la muchedumbre dejando un saldo de cinco muertos y una veintena de heridos.

Las protestas se extendieron por toda la ciudad con un balance adicional de víctimas y daños materiales. En la noche, Rodríguez Echavarría hizo preso a cuatro miembros del Consejo e instaló una junta cívico militar encabezada por Humberto Bogaert, a quien Balaguer juramentó y entregó la presidencia. La vida de esta junta fue efímera. Dos días después, un grupo de oficiales arrestó al general Rodríguez Echavarría y reinstaló al Consejo de Estado bajo la presidencia de Rafael Bonelly. Balaguer cubrió la corta distancia entre su residencia y la Nunciatura Apostólica, separadas por una verja, y pidió asilo político.

El 7 de marzo, el Consejo concedió a Balaguer y a Rodríguez Echavarría salvoconductos para salir al exilio. Pero la herencia de autoritarismo de esos aciagos días sigue latente en la vida nacional.

Miguel Guerrero | 2 septiembre, 2013