Periódico Digital de República Dominicana

A mi amigo Julio Martínez Pozo

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Por: Rolando Robles

Lo de “amigo” es una invitación clara a la conversación franca entre pares, más que una declaración personal que, en cualquier caso, tiene que ser recíproca para validarse. Pero, debo decir que, en ocasiones he hablado con el famoso comentarista, sin embargo, no hemos llegado a intimar. De todas maneras, me siento amigo de alguien con quien comparto tantos puntos de vista y opiniones, aun y cuando, no tenemos los mismos interese políticos siempre.

 Escuché una y otra vez el comentario del pasado viernes 28 de abril y, como pasa casi siempre, apoyo íntegramente algunos aspectos de tu discurso, pero, disiento profundamente de otros. Por ejemplo, es muy cierto que la fecha fue muy inoportuna para anunciar acuerdos con Estados Unidos, porque reducen el grado de indignación que sentimos los dominicanos por la brutal invasión de aquella fatídica ocasión.

 Yo creo que Luis Abinader, al igual que yo, se siente abochornado y herido por esa presencia de los marines en territorio dominicano. Por eso pienso que, debió obviar el día y hacer la declaración mas luego, cuando pasara la recordación de los hechos. No hubiera habido inconveniente alguno por parte de la Embajada y su Encargado de Negocios, ante una solicitud de posposición que viene de parte del presidente de un país aliado.

 También concuerdo contigo amigo Martínez Pozo, en eso de que, 6.6 millones de dólares son insignificantes ante las pérdidas que tendremos con las viles declaraciones de la Embajada, llamando sus ciudadanos a no visitarnos dizque, porque el Covid está acabando con el país. Esa afirmación hace más daño que veinte veces los 6.6 milloncitos que nos están donando.

 En lo que no estoy de acuerdo es en la conjetura que haces sobre que, “la falta de tacto personal del embajador Bennett provocó la segunda invasión a nuestro país en 1965”. Los americanos, Julito, siempre han tenido fuentes alternas de información y lo que crea un embajador sobre una situación tan sensitiva, debe ser corroborado por otras vías. Eso es lo que dice la lógica, sobre todo, si se va a tomar una decisión tan crítica, como fue el desembarco.

 Honestamente, creo que se te atascó el gatillo y seguiste con el fusil en modo de “ráfaga”, cuando yo sé que eres un excelente francotirador; por eso te oigo todas las mañanas que puedo. Y se demuestra lo que digo cuando a continuación afirmas que: “la torpeza de ese representante, ese fresco, ese estúpido, fue la causa de que USA nos invadiera y obligó los americanos a cometer ese costoso error”

 La verdad es que no sé qué pensar. La ingenuidad mostrada por el comunicador “más informado” de la radio nacional, ya es de por sí preocupante; pero que diga luego que: “Estados Unidos no tuvo otra salida -ante la expresión estúpida de su representante frente al héroe de abril, Caamaño- que no fuera invadirnos por segunda vez y tener que cargar con los extraordinarios costos de esa mala acción militar”, a mí me resulta muy confuso.

 Primero, por los epítetos contra un hombre que murió hace casi treinta años, cuando te hemos escuchado en ocasiones anteriores y criticando a alguno de esos “comunicadores de boca floja” despotricando contra alguien. En esos casos tu opinión ha sido muy certera: “los muertos se dejan descansar en paz”, pero, hoy te olvidas del discurso.

Segundo, porque eso de que a los americanos les salió cara la invasión, es una caricatura. A quienes les salió realmente cara la ocupación del país por los marines de Johnson fue a los dominicanos -en dinero y en vidas- y tú debes saberlo.     

A lo largo de los 35 años que llevo viviendo en Estados Unidos, he leído y oído varias voces locales culpando al embajador Bennett de la desastrosa invasión, pero, siempre he creído que nos quieren tomar el pelo con ese cuento chino. Ellos lo que buscan es esconder la responsabilidad del Departamento de Estado en las aventuras internacionales que luego dejan balances negativos. Pero, que me lo diga mi comentarista favorito, es inaceptable. 

Mas adelante, haces varias afirmaciones. En algunas de ellas tienes razón, pero muy poca. Sin embargo, hay otras que me hacen pensar en que ya perdí mi orientador mañanero. Porque o tú ya entraste en la campaña del PLD y buscas simplemente reducir lo más que se pueda a Abinader, en beneficio del candidato unificador de las dos facciones en pugna dentro del partido morado. Esto último luce como un sueño hasta ahora, pero, reconozco que hay gente apostando a ese espejismo. Pero, mirando el asunto desde otro ángulo, es muy posible que todo sea asunto de GADEJO tuyo. 

En esos casi cuarenta minutos que usaste, hay todavía dos temas que merecen comentarse. Pero, dejemos de lado el galimatías ese de que Abinader incurrió en un error imperdonable cuando la prensa lo presenta haciendo acuerdos con un Encargado de Negocios (Embajador, en situaciones de emergencia, para ser exactos). Debemos apartar tales aspavientos tuyos, porque no son sinceros; aunque, admito que hubo un yerro y que, de nuevo, pudieras tener razón, pero sigue siendo muy poca. 

Si pasamos balance a los veinte años del gobierno al que intentas tejerle el camino de retorno al poder, hallaremos innúmeras situaciones en las que tus dos presidentes favoritos dejaron caer al suelo la bandeja de la dignidad nacional, sólo para disfrutar de algunas prebendas que el Imperialismo o cualquier otro gobierno de menor cuantía -Brasil, por ejemplo- pudiera concederles. En ésto último, amigo mío, no recuerdo tu vigorosa voz protestando. 

El último tema -que es el que mas me molesta, porque es mas lo que se sugiere que lo que se dice- nunca pensé oírlo de boca de un comentarista tan comedido.

El sólo mencionar la supuesta operación “Kepis Rameado” es un intento de traer al escenario las conspiraciones militares de los años 60’s y 70’s. La última de ellas, fue cuando le renunciaron a Balaguer los mandos militares por el asunto de nombrar al general Neit Nivar Seijas en la jefatura de la Policía Nacional. 

Aquella vez, les salió bien porque el MAAG (Departamento de Estado) le pudo doblar el brazo al viejo caudillo. Hoy día, las cosas han cambiado mucho y los americanos lo que quieren es “transparencia sin corrupción” en el manejo de los asuntos de Estado, en lo político y en lo comercial; porque así es que ellos tienen mayor ventaja sobre la clase gobernante de la cuasi colonia que somos.  

Espero Julio Martínez Pozo, que estas opiniones no las tomes a título personal, digo, si es que reparas en ellas. Pero también espero y deseo que tus motivos, en este caso en cuestión, no sean los que el pensamiento libre suele suponer. 

¡Vivimos, seguiremos disparando!