Mayobanex Vargas: “Yo entendía que para que los pueblos sean libres debían sacrificarse sus mejores hijos”
Uno de los sobrevivientes de la Gesta Gloriosa de Constanza, Maimón y Estero Hondo del 14 de junio de 1959 destaca los motivos que le llevaron a conspirar contra la dictadura de Trujillo

Mayobanex Vargas y Vargas, fue el último expedicionario del 14 de junio de 1959, fallecido en 2016 a la edad de 80 años a causa de un cáncer de estómago con el que batalló por varios meses hasta su muerte.
Vargas fue parte de los 198 hombres que participaron en la Gesta Gloriosa de Constanza, Maimón y Estero Hondo del 14 y 20 de junio de 1959, que fue una expedición formada por un grupo de 198 hombres, conformado por dominicanos que residían en el exterior y extranjeros internacionalistas que simpatizaban con la causa de los pueblos bajo dictaduras.
Este año, a propósito del 62 aniversario de la expedición, el programa radial «Revista Dominical Dejando Huellas», transmitido por CDNRadio y producido por Onorio Montás hizo una repetición de una entrevista realizada a Vargas antes de su fallecimiento en 2016 en su pueblo natal Bonao, donde relató sus vivencias, las acciones que lo llevaron a conspirar contra el régimen de Rafael Leónidas Trujillo y las vicisitudes luego de fracasar la expedición en la lomas de la Cordillera Central.
Según explicó en la entrevista, desde temprana edad comenzó a vivir la represión ocasionada por la dictadura, pues con tan sólo 8 años, cuando recién ingresaba a la escuela, a pesar de ser zurdo fue obligado a aprender escribir con la mano derecha a base de castigos porque esto era prohibido por la dictadura de Trujillo.
A pesar de que había “cierta consideración” en los castigos que le eran impuestos a causa del prestigio que poseía su familia, fundadora de Bonao, pueblo donde residían, junto a la familia Columna en 1817, en Vargas fue creciendo la indignación que más adelante le llevaría a conspirar contra Trujillo.
Relató que durante su juventud los jóvenes debían hacer prácticas militares para realizar un desfile a San José, patrón del pueblo. José Arismendi Trujillo Molina (Petán) sustituyó el Patrón de Bonao que era San Antonio, Patrón de las fiestas de Bonao
En una ocasión, formados frente al Partido Dominicano y dirigidos por un militar, algunos de sus compañeros empezaron a mostrar conductas inadecuadas y la responsabilidad recayó en él y otras cuatro personas que no habían participado en el disturbio por órdenes del presidente del partido.
A raíz de esta situación, se los llevan presos y los jóvenes acordaron buscarlo en cuanto fueran liberados. Napoleón Núñez, uno de los acusados fue quien le encontró y se abalanzó violentamente sobre él, hecho que nuevamente los privó de su libertad.
Vargas afirmó que en esa ocasión fueron rescatados por José Arismendi Trujillo Molina, conocido como Petán, quien era general de la división del ejército, debido a que consideró que el altercado con el presidente del partido no era razón para fusilarlos.
Sin embargo, posteriormente fue acusado falsamente de haber mantenido relaciones sexuales con una menor de edad y enviado nuevamente a prisión, esta vez en La Vega.
Luego de estas experiencias negativas decidió dejar de estudiar y mudarse al campo, allá su familia tenía un radio que utilizaba para escuchar emisoras extranjeras clandestinamente. Descubrió cómo Fidel Castro luchaba contra la dictadura en Cuba, Así como también la existencia de grupos antitrujillistas instalados en el exterior.
“Nacieron en mí ilusiones muy calladas. Ahí es cuando estoy consciente de lo que se le estaba haciendo al dominicano y es cuando le digo a mi papá que me quiero ir del país”, explicó.
Dijo que en Nueva York residía su tía Aniana Vargas y su primo, ambos opositores a la dictadura e Trujillo, por lo que inmediatamente llega les pide que lo lleven a los grupos antitrujillistas que se estaban organizando.
“Había tres grupos: Unión Patriótica, Vanguardia y 27 de Febrero. Yo me inscribí en los tres porque me había propuesto volver con el primer grupo que se organizara”, declaró.
Detalló que en cuanto se realizó la orden de reclutamiento la oficina estuvo repleta de dominicanos dispuestos a luchar por la democracia de la nación. “Pensé que Trujillo iba a caer porque el entusiasmo que había era enorme”

Vargas contó que Rómulo Betancourt, el entonces presidente de Venezuela cubrió todas sus necesidades: el avión, las armas, el dinero, entre otras cosas, más no les dio el permiso de venir al país para evitar problemas con el régimen. Por otro lado, Fidel Castro se arriesgó a hacerse responsable de la expedición.
Contó que los militantes se dividieron en grupos para llegar hasta La Habana, Cuba, donde se prepararon arduamente para su posterior llegada al país. A tan solo tres meses de su llegada a Estados Unidos, en marzo de 1959, Vargas formó parte del primer grupo, conformado por 23 personas que llegaron Cuba.
Cada domingo llegaban diferentes grupos conformados por personas que realizaban maestrías en Europa, familiares de importantes figuras del régimen como José Antonio Hungría, hermano de dos coróneles del ejército, entre otros.
“Yo entendía que para que los pueblos sean libres debían sacrificarse sus mejores hijos. Eso hicimos nosotros”, comentó.
Señaló que los combatientes que se encontraban allí tenían la idea de que a su llegada el pueblo se uniría a ellos en la lucha contra la dictadura, sin embargo, aunque sabía que era una idea errónea, no intentó advertirles.
El 12 de junio, dos días antes de su llegada al país, acamparon en una finca ganadera donde el avión les estaba esperando, allí vio a Enrique Jiménez Moya, comandante en jefe del ejército de Liberación Dominicana, en la expedición de Maimón, Constanza y Estero Hondo, quien se encontraba realizando una lista de las personas que llegarían con él a Constanza el 14 de junio.
Cuando Vargas se presenta y le dice que conoce la zona le incluye en la lista y en ese momento, el combatiente se prepara para pisar nuevamente el suelo que le vio nacer.
OM/JCV