Afirma podría ser necesario inocularse cuarta dosis vacuna contra el COVID-19
Epidemiólogo Rafael Montero de Oleo dice los científicos aún tienen preguntas sin responder sobre la pandemia
El médico epidemiólogo, Rafael Montero de Oleo señaló que podría ser necesaria la aplicación de una cuarta dosis de la vacuna contra el COVID-19 ante la gran cantidad de variantes que circulan en el país.
El especialista aseguró que la vacuna protege a la población contra determinadas cepas del virus, sin embargo, en la medida en que van surgiendo nuevas mutaciones es necesario aplicar refuerzos para garantizar una mayor efectividad.
Comentó que a las vacunas les son agregadas componentes de las nuevas cepas para proteger a los individuos, en tanto que las ya aplicadas poseen una eficacia limitada con las variantes más recientes.
Diversos sectores de la población se han mostrado renuentes ha aplicarse más de dos dosis de la vacuna contra el COVID-19, ante especulaciones carentes de evidencia científica que alegan que nuevas dosis de la vacuna darían paso a una futura infección del virus.
Independientemente de la farmacéutica de la que provengan, quienes tienen una opinión desfavorable contra las nuevas dosis de las vacunas creen fervientemente que no es necesaria la aplicación de una tercera dosis.
Este tema ha generado debates en todo el mundo, pues mientras que en países como Francia, Israel y República Dominicana se ha ejecutado una campaña de vacunación para la aplicación de la tercera dosis, la Organización Mundial de la Salud (OMS), concluyó que no es necesario debido a la alta efectividad de las vacunas actuales según un estudio publicado por la revista “The Lancet”.
En una entrevista para el programa radial «Revista Dominical Dejando Huellas», transmitido por CDNRadio y producido por Onorio Montás, Montero, quien también se desempeña como investigador en la Universidad Autonoma de Santo Domingo (UASD), afirmó que hasta la fecha no hay una verdad absoluta sobre este tema, pues los científicos aún tienen muchas preguntas sin responder.
Sin embargo, desmintió el rumor de que aplicar la tercera dosis pueda dar paso a la enfermedad tras explicar que la SINOVAC se fabrica a partir de un virus atenuado, es decir, debilitado en un laboratorio para que no causen enfermedad.
Mientras que las demás farmacéuticas utilizan un ARN mensajero, una molécula sintética que se produce en laboratorio con partículas parecidas a las del COVID-19 que genera esa inmunidad, ¨engañando y confundiendo al virus¨.
“Por lo tanto, no hay posibilidad de que si una persona se vacuna pueda producir la enfermedad, lo que sí hace es que garantiza que si le da el virus sea de manera leve”, puntualizó.
El médico destacó que en el país hay una sobreoferta de vacunas derivada de la improvisación del gobierno sobre el tema de la pandemia, pero recordó que los países empezaron a disputarse las vacunas en cuanto estuvieron disponibles en el mercado por lo que no debe culparse al gobierno.
Además, valoró como una “acción solidaria”, la política de donaciones que se ha establecido en el país hacía naciones carentes de las vacunas tras establecer como exitoso el sistema de inoculación en el país.
Entre los países beneficiados por las donaciones del gobierno dominicano destacan Guatemala y Honduras que recibieron un total 500,000 dosis de la farmacéutica AstraZeneca como forma de enfrentar la ‘injusta y desigual’ distribución internacional de las vacunas.
Inicialmente, Haití figuraba entre los países que recibirían las donaciones, sin embargo, estas fueron rechazadas por el gobierno haitiano, dando paso a un nuevo episodio de tensión entre ambos países.
Montero afirmó sentirse sorprendido por el rechazo de estas vacunas y opinó que ha habido “voluntarismo” en el caso.
“Haití es recurrente en algunas de esas posiciones con República Dominicana, sin embargo, con el tema de la vacuna yo me arriesgaría a señalar que ahí hay un tema más general. Ahí hay un poco de prejuicio”, señaló.
Cabe destacar, que no es la primera vez que Haití rechaza donaciones de vacunas pues hace algunos meses el gobierno haitiano se negó a recibir vacunas de AstraZeneca provenientes mecanismo Covax, de la Organización Mundial de la Salud, alegando que en ese entonces se había generado un revuelo internacional sobre su seguridad y eficacia.
En ese entonces se habían detectado casos de trombosis relacionados con la aplicación de la vacuna pero posteriormente se demostró su seguridad y siguió aplicándose sin mayores inconvenientes.
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