Periódico Digital de República Dominicana

Ex-magistrado asegura Colombia y España no resolverían los problemas policiales del país

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Jottin Cury David señala que la reforma debe hacerse desde adentro para asegurar su efectividad

La reforma policial ha sido tema de debate en las últimas semanas a causa de diversos sucesos que han provocado la desconfianza de la sociedad dominicana. Tal es el caso del asesinato de la arquitecta Leslie Rosado o los conocidos atracos perpetuados por los agentes policiales.

En este sentido, el presidente de la república, Luis Abinader anunció una serie de medidas para reestructurar el cuerpo policial entre las que se destacan la contratación de una firma internacional que evaluará el desempeño de todos los miembros de la Policía Nacional y la reestructuración del Instituto Nacional de Formación de la Policía Nacional con la asesoría de agentes de Colombia y España.

Doctor Jottin Cury hijo

Sobre esta última disposición, el ex-magistrado del Tribunal Constitucional (TC), Jottin Cury David, dijo estar en contra de la utilización de métodos provenientes de otros países para intentar resolver el problema dominicano debido a que el país se encuentra en una realidad sociocultural diferente.

En una entrevista para el programa radial «Revista Dominical Dejando Huellas», transmitido por CDNRadio, el magistrado aseguró que: “El problema es que no se pueden extrapolar métodos de otros países porque nuestra realidad es otra. No es la de Colombia ni la de España, ese es el problema que vivimos improvisando, queremos inventar la fórmula del agua tibia copiando de otros países que no tienen la misma realidad que nosotros”.

Explicó que cuando Abinader trajo al país a Rudolf Guilliani, exalcalde de Nueva York, quien resolvió gran parte de la delincuencia en ese estado cuando se desempeñó como alcalde, se pensó que este sería su asesor de seguridad, sin embargo, esto no llegó a suceder.

Manifestó que la República Dominicana cuenta con múltiples problemas que van desde el uso de las armas ilegales, el tráfico con Haití, la delincuencia generalizada, entre otros factores.

El doctor criticó el manejo que ha dado el gobierno ha los planes de una reforma policial, alegando que el mandatario ha estado improvisando con la situación y resaltó que los presidentes deben establecer un proyecto previo antes de llegar al poder y empezar a implementarlo tan pronto asuma sus funciones.

Rechazó que en la decisión de crear una comisión para reformar la institución se incluyeran a abogados, periodistas y otros supuestos expertos en seguridad.

“Uno se da cuenta que son personas que no dominan ese tema, debieron participar policías y miembros del Ministerio Público que tengan experiencia en eso, pero lo que hacen es que buscan periodistas, abogados, profesionales de distintas áreas que realmente no manejan el tema”, dijo a Onorio Montás, productor del programa.

En este sentido, afirmó que el problema se encuentra dentro de la institución, en sus generales y policías, en la que influyen diversos factores como las condiciones de los agentes. El magistrado destacó que el salario de los policías es muy bajo en el país, a pesar del aumento establecido por Abinader en el inicio de su gestión.

“Nosotros tenemos la policía que pagamos, no la que merecemos”, declaró.

Aunque también enfatizó en que los bajos salarios no son la única causa de los agentes provoquen la desconfianza del pueblo.

“Nosotros queremos la policía que merecemos, entonces vamos a pagar a ese cuerpo del orden y vamos a darles condiciones dignas a fin de que sea más difícil el proceso de que pueda corromperse”, enfatizó.

Jottin Cury David, quien puntualiza que la policía es un cuerpo o “institución civil”, también aseguró que muchos de sus problemas vienen desde la formación de la institución en la época del tirano Rafael Leónidas Trujillo.

Denunció que en el país hay más generales que en Estados Unidos o cualquier potencia europea, lo que para un país tan pequeño esto se traduce en una reminiscencia del caudillismo, que estuvo latente en el pueblo dominicano hasta la intervención norteamericana de 1916, después de la caída del dictador.

Aseguró que hoy en día, ese pensamiento se ha quedado instaurado en la sociedad, pues todos quieren ser jefes para satisfacer sus propios deseos personales.

“Es ridícula la cantidad generales que tiene un país tan pequeño. La mayoría quiere ser jefe, pero no para servir al país, o a la sociedad, no. Quieren serlo para sentirse con poder y de paso, acumular una fortuna que le permita un retiro dorado cuando termine el ejercicio de sus funciones porque, además, salen bien pensionados”, puntualizó.

Señaló que esto se trata de un tema de mentalidad, visión y cultura, que de no resolverse podría llevar a un colapso del sistema.

OM/jcv