Violencia contra hombres. Una violencia más silenciosa
En 2015 el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de Mexico, registró 20 mil 762 muertes por homicidio en el país, de las cuales 18 mil 293 fueron de hombres y dos mil 383 de mujeres.
No es muy común escuchar sobre la violencia ejercida en contra de los hombres en una pareja, pues históricamente, en torno a la figura masculina se ha marcado un estereotipo caracterizado por la fuerza física y por la insensibilidad, caso contrario al creado para la mujer. Sin embargo, un caso de maltrato al hombre es mucho más habitual de lo que nosotros pensamos.
Cabe destacar que la violencia en una relación se entiende por cualquier agresión física, psicológica, mental y sexual con el fin de mantener el control sobre la otra persona. Comienza con cualquier comentario incómodo, después con un jaloneo que al principio puede parecer un juego entre ambos, pero conforme pasa el tiempo la situación puede llegar a ser más grave.
El maltrato hacia el hombre se enmarca dentro de la violencia doméstica y de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), casi un 25% de las denuncias en este respecto de 2011 corresponde a hombres maltratados por sus parejas. Del total de 5.632 personas denunciadas por violencia doméstica, el 76,2% fueron hombres y un 23,8% mujeres.
Entre los principales motivos por las cuales los hombres no denuncian ser víctimas de violencia doméstica se pueden destacar los siguientes:
• Sentirse avergonzado: Cuando se produce la violencia contra el hombre, generalmente ésta suele ser vista con risas entre las demás personas.
• Dificultad para ser creído por las autoridades. Generalmente la policía no suele dar mucha credibilidad a los hombres maltratados, o en caso de creerse, se minimizan los abusos.
• Negación del problema. Esto es común en los dos géneros, independientemente de la parte que sea maltratada, siendo la idealización un factor imperante para que esto suceda.
• En el caso de algunos homosexuales hombres. Temor a tener que reconocer públicamente su identidad sexual, pues un alto porcentaje lo oculta de sus familiares, principalmente.
Conscientes de lo anterior es que el Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve) busca apoyar a las y los jóvenes con problemáticas psico-emocionales como lo es la violencia doméstica, a través de psicólogos que brindan su atención a todos aquellos que lo necesiten, de manera gratuita y que les permita en un futuro, dejar esa relación tóxica y desarrollarse plenamente.
De Wikipedia

La violencia doméstica contra el varón o violencia intrafamiliar contra los hombres es un concepto utilizado para referirse a la violencia ejercida en el terreno de la convivencia familiar o asimilada por parte de la pareja del varón; comprende todos aquellos actos violentos, desde el empleo de la fuerza física, hasta el hostigamiento, acoso psicológico o la intimidación.
Los hombres que denuncian la violencia doméstica pueden enfrentarse a la estigmatización social por su percepción de falta de ser macho y otras denigraciones de su masculinidad. Además, la violencia de pareja (VPI) contra los hombres es generalmente menos reconocida por la sociedad que la VPI contra las mujeres, lo que puede actuar como un bloqueo adicional para que los hombres denuncien su situación.
La prevalencia relativa de la VPI contra los hombres con respecto a la de las mujeres es muy controvertida entre los distintos estudios, y en algunos países no se dispone de ningún dato. Algunos investigadores creen que el número real de víctimas masculinas puede ser mayor de lo que sugieren las estadísticas de las fuerzas del orden debido al número de hombres que no denuncian sus abusos. Sin embargo, tanto para los hombres como para las mujeres, la violencia doméstica es uno de los delitos menos denunciados en todo el mundo.
El IPV contra hombres es un área de investigación controvertida, con términos como la simetría de género, el síndrome del marido maltratado y el VPI bidireccional que provocan un gran debate. Las líneas del debate tienden a situarse entre dos polémicas básicas. La primera de ellas sostiene que los académicos que se centran en la violencia de género perpetrada por mujeres forman parte de una reacción antifeminista, e intentan socavar el problema del maltrato perpetrado por hombres al defender la causa del hombre, en lugar de la causa más seria de la mujer maltratada. La segunda polémica argumenta que la VPI contra los hombres es un problema importante y que no se denuncia, que los investigadores de la violencia doméstica y las académicas feministas lo han ignorado para proteger los logros fundamentales del movimiento de las mujeres maltratadas, concretamente la opinión de que el maltrato de la pareja es una extensión de la dominación patriarcal, y que ocultar la violencia perpetrada por las mujeres pone a la propia maltratadora en riesgo de una futura escalada de VPI. Una de las herramientas utilizadas para generar estadísticas sobre la perpetración de la VPI, la escala de tácticas de conflicto, es especialmente polémica.