Periódico Digital de República Dominicana

La Constitución es mucho más que un simple «pedazo de papel»

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Donald John Trump pidió eliminar la Constitución

Por: Fernando Almánzar

Parecería que el expresidente Donald Trump esta semana intentó apropiarse de una de las enseñanzas del maquiavélico «manual» del extinto expresidente dominicano, Joaquín Balaguer Ricardo, quien en 1966 afirmó en un discurso «la Constitución es un pedazo de papel».

Balaguer, quien en su segundo término de 12 años fue un sanguinario dictador responsable, (según estimados conservadores) de la muerte de por lo menos 11,000 dominicanos, compartió sus palabras pocos días después de proclamarse la 35ava Constitución de la República.

Esta semana -y por primera vez- leí el histórico discurso de 1966 y, por lo que entendí, lo que Balaguer quiso plasmar en aquel momento fue que, a lo largo de la historia dominicana la Carta Magna del país -por ser «un pedazo de papel»- ha sido constantemente violada y estrujada. 

Por penoso que resulte, Balaguer tenía razón. Desde el nacimiento de la Patria dominicana en 1844 hasta la fecha, no todos los presidentes han respetado la Constitución quisqueyana. Incluso, el valioso documento significó muy poco durante los tres gobiernos del propio Balaguer (1960-1962, 1966-1978 y 1986-1996), cuando éste «se lavaba las manos» como Poncio Pilato diciendo «la corrupción se detiene en la puerta de mi despacho».

Para ser transparente, es vital aclarar un punto… Yo crecí odiando a Balaguer por todo el daño que por décadas le propinó a República Dominicana, a mi familia y, sobre todo a mi padre, uno de los héroes de la Revolución de Abril de 1965, perseguido por el régimen balaguerista por cometer el «delito» de ayudar a restaurar la Constitución de la República tras el nefasto golpe de Estado contra el expresidente Juan Bosch de 1963.

Trump pidió eliminar la Constitución

Pero retomemos el tema de Trump y sus controvertidas declaraciones sobre la Constitución de Estados Unidos, que es el tema central que hoy nos compete…

Y es que el exmandatario, quien el mes pasado se postuló para competir nuevamente por la presidencia estadounidense en 2024, continúa difundiendo mentiras sobre las elecciones de 2020 y el supuesto fraude del cual asegura fue víctima. 

A través de Truth Social (la red social que lanzó en febrero pasado), Trump expresó que, si se eliminan «algunos artículos» de la Constitución, él pudiera cambiar los resultados de los comicios de hace dos años, cuando perdió contra el actual presidente, el demócrata Joe Biden.

Trump escribió: «Un fraude masivo de este tipo y de esta magnitud permite la terminación de todas las normas, reglamentos y artículos, incluso los que se encuentran en la Constitución».

El problema radica en que, primero que nada, nunca hubo un fraude masivo como sugiere Trump. Sus abogados presentaron cerca de 100 demandas civiles para tratar de impugnar los resultados de las elecciones de noviembre de 2020 y todas fueron desestimadas -incluso por jueces nombrados por el mismo Trump- por carencia de evidencias.

De forma paralela, aunque en Estados Unidos no se elige el presidente por el voto popular, la realidad es que Biden sacó 7 millones de votos más votos que Trump; un fenómeno que en términos generales y en un país con 50 diferentes jurisdicciones electorales, dificulta la posibilidad de coordinar un «fraude masivo» como insiste el expresidente.

Los números no mienten… En noviembre de 2020, Biden acumuló para los demócratas unos 81,283,501 votos para el 51.3% del electorado; mientras que Trump y los republicanos sumaron 74,223,975 votos, equivalentes al 46.8%. 

Pero, además, si bien «la Constitución es un pedazo de papel» que como afirmó Balaguer, no es un documento que tiramos a la basura cuando no nos sirve, o que podemos ajustar o pasar por alto cuando algunos de sus artículos que no nos gustan.

La Constitución no es como los participantes de «The Apprentice», su exitoso programa de televisión, que terminaban «despedidos» cuando no cumplían con las pautas y solicitudes establecidas por Trump.

Lo que la Constitución sí es, es «un pedazo de papel» diseñado para proteger los derechos de todos los ciudadanos (en este caso de Estados Unidos); y no para cambiar los resultados de una elección a conveniencia del perdedor.

Con sus palabras -de querer desestimar a la Constitución-, el expresidente Trump sigue cavando un profundo hoyo en su contra. A esto se le suma el decepcionante resultado del Partido Republicano en las elecciones intermedias de noviembre pasado, donde perdieron la mayoría de los candidatos respaldados por Trump en contiendas importantes.

Los últimos comentarios del expresidente atrajeron críticas de algunos líderes republicanos, y aunque todavía muchos miembros de su partido siguen renuentes a desafiarlo, encuestas recientes sugieren que el Trump de hoy no es el mismo Trump de 2016, que aplastó a todos los rivales políticos que se cruzaron por su camino y eventualmente llegó a la Casa Blanca.

Un sondeo publicado esta semana por la Escuela de Leyes de la Universidad de Marquette en Wisconsin, concluyó que, si las elecciones presidenciales fueran hoy, 44% del electorado estadounidense respaldaría al presidente Biden y apenas 34% le darían su voto a Trump. Curiosamente, 19% de los encuestados dijo que votarían por otro candidato y 4% afirmó que ni siquiera tienen planes de acudir a las urnas.

Aun así, el 55% de los republicanos encuestados dijo que quieren ver a Trump como el candidato de su partido para presidente.

Falta muchísimo tiempo para las elecciones de noviembre de 2024, y aunque las últimas controversias de Trump parecen acelerar los llamados para que los republicanos miren hacia otro lado para avanzar, está más que claro que el exmandatario tiene un importante número de simpatizantes que votarán ciegamente por él.

Eso sí, a la hora de votar hay que tener en cuenta que la Constitución está ahí para establecer las normas de un país y proteger a todos los ciudadanos. Si buen puede modificarse y adaptarse a los tiempos, la Carta Magna no es «un pedazo de papel» diseñado para eliminarse para ajustarse en beneficio de los intereses de un solo ciudadano.

Yo soy Fernando Almánzar y así veo las cosas.

Fernando Almánzar es ganador de tres Premios Emmy a la excelencia en la producción de televisión, y actualmente labora en Miami, Florida como productor y editor de asignaciones de CNN en Español.