Periódico Digital de República Dominicana

El li­derazgo carismático de Manuel A. Tavárez Justo

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“Cuando se muere en brazos de la pa­tria agradecida, la muerte acaba, la prisión se rompe; ¡Empieza al fin con el morir, la vida!”.
José Martí

Por: Tony Raful Tejada

La Agrupación Política 14 de junio, constitui­da por sectores representativos de la juventud dominicana, que habían sido torturados, maltratados y muchos asesi­nados en las ergástulas de la tiranía, surgió inicialmente como Movimiento Clandes­tino 14 de Junio, bajo el li­derazgo carismático del doc­tor Manuel A. Tavárez Justo, asumiendo el programa mí­nimo del “Movimiento de Li­beración Dominicana” hon­rando las jornadas del 14 y 20 junio de 1959, así como la cuota de sacrificio poste­rior de las hermanas Mira­bal, una de las cuales, Miner­va, había desarrollado una comprensión histórica del drama social, imbuida en su pensamien to por las luchas obreras, impulsadas por el Partido Socialista Popular en 1947 contra Trujillo. A Mi­nerva, enhiesta éticamente, aquel legado le llegó a tra­vés del doctor Pericles Fran­co Ornes, quien le transmitió ideas libertarias. Rafael (Fa­fa) Taveras, muy vinculado a Minerva, relata cómo es­ta mujer, le dio a leer el li­bro “La Madre” del escritor ruso Máximo Gorki, de ma­nera temprana en un cam­po de Salcedo, instándolo luego a discutir con ella su contenido. El Golpe de Es­tado del 25 de septiembre de 1963 constituyó un ye­rro histórico imperdonable. Nuestra joven democracia en 1962, había escogido un modelo democrático de gobierno que asegura­ba el desarrollo sostenido de la sociedad, encabeza­do por un hombre hones­to y de prístina conducta democrática, Juan Bosch. Ante el Golpe de Estado, el 1J4 reaccionó el 28 de noviembre de 1963, al­zándose en armas contra el adefesio de Gobierno lla­mado “Triunvirato”.

La respuesta al Golpe traidor se hizo constar en el manifiesto insurreccio­nal, indicando que el alza­miento se producía para restaurar la Constitución democrática del 29 de abril de 1963 del Gobierno de Bosch como tarea unitaria, posponiendo el objetivo es­tratégico de la Revolución de Liberación Nacional. Para el IJ4, estaba presen­te el compromiso asumi­do un año antes, durante el Consejo de Estado, donde Manolo advirtió, que ante el desconocimiento de las liber­tades y la interrupción de la democracia, el 14 de Juno sabía muy bien donde esta­ban las “escarpadas monta­ñas de Quisqueya” mandato histórico con el cual se com­prometía a defender el pre­cario espacio democrático de libertades existentes, afianza­do luego con Bosch y la pro­gresista Constitución del 63, que constituyó la fuerza moral del levantamiento de los fren­tes guerrilleros bajo la consig­na de “Libertad o Muerte”.

El sacrificio de sus vidas abonó las luchas sociales y el enfren­tamiento en las calles por el re­torno a la constitucionalidad, creando las condiciones para que un sector militar inspira­do y organizado por el coro­nel Fernández Domínguez, surgiera el 24 de abril de 1965, derrocando al Triun­virato de marras y pariendo cíclopes históricos como Ca­amaño y Montes Arache. El 1J4 aportó su sangre por la libertad contra el despotismo y el invasor, con su destacada participación en la epopeya constitucionalista y guerra patria de abril. Independien­temente de los reordena­mientos y la atomización de la organización, debe­mos consignar ante la des­memoria, el discurso avan­zado en su época, acorde con las manecillas del reloj histórico, que tuvo a Mano­lo al frente de una juventud intraducible hoy, la cual re­petía a Martí: “Cuando se muere en brazos De la pa­tria agradecida, la muerte acaba, la prisión se rompe; ¡Empieza al fin con el morir, la vida!”.

Lunes, 15 de noviembre de 2021