Sobre el escenario político actual de Nueva York
Los demócratas están compelidos a “sacar del juego a Trump” y parece que van a tratar de hacerlo. Lo que nadie asegura es que puedan lograrlo.

Hoy, con motivo del inicio de este año 2023, quiero hacerles algunas confesiones
quizás, o más bien explicaciones sobre cómo gira el mundo por esta parte de Estados
Unidos, especialmente el mundo político, porque este año que recién pasó, pues, nos
ha dejado una gran cantidad de enseñanzas políticas.
Por ejemplo, la más importante de ellas, en el frente local. Nos referimos a los partidos
republicano y demócrata y otros minoritarios y las organizaciones comunitarias que se
animaron a presentar candidaturas unipersonales. Para muestra un botón: más de 20
parejas se sometieron al escrutinio popular en el 2020 para ocupar la presidencia y la
vicepresidencia del Imperio; y no se imaginen ustedes cuántos se presentaron para
otros cargos menores. Esto es y será una locura, porque las reglas son muy permisivas
y en 350 millones de personas hay soñadores al granel, o talvez deberíamos llamarlos:
“modernos emprendedores”, para estar a tono con los tiempos.
Pero, las enseñanzas más valiosas se observaron en noviembre pasado, alrededor de
la Gran Manzana o de “La Capital del Mundo”, como decimos los newyorkers con algún
dejo de arrogancia, al hablar de la ciudad y de los “Bombarderos del Bronx”, “los
Gloriosos Yankees la segunda maravilla del mundo. Las sorpresas se evidenciaron con
la recomposición que ha resultado en el reparto del poder político. Los republicanos
avanzaron bastante en Nueva York, pero no lo suficiente como para provocar la
supuesta “oleada roja” que pronosticaron tanto Donald Trump, como sus simpatizantes
en general. La euforia de los “trumpistas” se basaba en que los candidatos apoyados
por su comandante en jefe desde Mar a Lago en Florida, ganaron ampliamente las
primarias republicanas, pero perdieron estrepitosamente de los demócratas en las
elecciones generales. Los republicanos avanzaron, ganando la mayoría en la Cámara
de Representantes, pero no exactamente con los candidatos favoritos de Trump.
El problema se traslada ahora a las elecciones de noviembre de 2024.
Evidentemente, tanto Donald Trump como Joe Biden, son dos candidatos muy malos, electoralmente
hablando. Y se especula que el primero de los dos partidos que consiga sustituir a uno
de ellos por otro, pero sin traumas, gana fácilmente en el 2024. Los demócratas están
compelidos a “sacar del juego a Trump” y parece que van a tratar de hacerlo. Lo que
nadie asegura es que puedan lograrlo. De cualquier manera, creemos que Trump va a
tratar de estar en la boleta de noviembre del 2024, porque eso le garantiza cierto grado
de seguridad. Es muy difícil meter preso a un presidente -que es el sueño de los
demócratas, aunque nunca antes ha sucedido algo así- y menos si es candidato.
Con ese escenario tan convulso, se impone el análisis frio y sin sesgo partidario, algo
muy difícil en esta ciudad de compromisos cuasi perennes con el partido demócrata,
que fue el patrocinador del “New Deal” del presidente Roosevelt, en los años previos a
la Segunda Guerra Mundial. Ese contrato social que ha servido para mantener a los
“liberales” demócratas en el poder de la ciudad (8 de 12 alcaldes durante 54 de los 90
años últimos) y que estableció un “estado de bienestar local” tan justo que, “si tienes algo no te dan nada y si no tienes nada, te lo dan todo”.
Mas allá de lo que representa Donald Trump políticamente, en realidad es un muy hábil
comerciante y como tal siempre piensa en los negocios; de modo que hay que suponer
que en estas circunstancias, tiene una “carta en las mangas” para jugarla en caso de
necesidad extrema. Por ejemplo, si los demócratas, empujados por la necesidad -como
ya dijimos- intentan meterlo a la cárcel, él puede hacer una oferta casi irresistible para
ellos.
Ante la oposición in crescendo que hoy tiene en su partido, Mr. Trump solo tiene que
proponerse como candidato “independiente”, dividiendo los votos conservadores que lo
han respaldado tradicionalmente y de paso, garantizando el triunfo de los demócratas,
que ganarían hasta con su peor candidato, que es Joe Biden. La interrogante es ¿cuál
pudiera ser la ganancia de Trump en esta jugada tan riesgosa? La gente piensa que los
fiscales investigadores que lo acusan en cinco procesos diferentes tienen la respuesta.
Mientras tanto, en el congreso ya los republicanos lograron elegir su Vocero en la
cámara baja y siendo mayoría, definirán la composición de las comisiones de trabajo.
Este paso importa en doble vía, porque por “the House” debe pasar cualquier iniciativa
política contra Donald Trump; pero también, pudiera limitar la “jugada suicida” de la que
ya hablamos en el párrafo anterior.
La política, como la definiera don Manuel Fraga, uno de los artífices del tránsito de
España hacia la democracia después de Franco, es solo “el arte de lo posible”. Y las
cosas suceden no como uno quisiera siempre sino, como deben suceder. Las impulsa
el poder detrás de quien las propone y en Estados Unidos esto quedó de manifiesto en
la selección del vocero de la Cámara de Representantes. Un puñado de legisladores le
tumbó el pulso al Partido Republicano entero.
Finalmente, tan solo quiero reiterarles que los ciclos políticos se cierran, al margen de
lo que haga uno que otro sector para mantenerlos vigentes. El reinado de Trump debe
terminar en este tramo; y él parece entenderlo. Solamente se está asegurando de no
terminar en las peores condiciones. Como los boxeadores que usan todo su ingenio y
energía para escuchar la campana de pie y no acostado en la lona por un “knockout”. traba en uno ya sabe que no puede usar de segundo lo que quiere seguir vivo y siguiente influencia en el Partido Conservador dizque fin de cuenta yo no sé quién más conservador de los dos y el de la República, pero él quiere seguir vivo es lo que pueda hacer sencillo dividir el partido republicano que no se tira independiente candidato y le
garantiza a los demócrata que ganan las elecciones con vaivén que el peor candidato para tener con vaivén y eso me voy al otro lo puede hacer a condición de que le dejen la vida tranquila, de modo que vamos a esperar yo le prometo, seguir observando esto y en el futuro. Oportunamente volveré a conversar con ustedes en relación con este hecho que a mí ya me parece más que suficiente para que el 2013 a un año de
convulsiones política por acá por Estados Unidos.
Rolando Robles desde Nueva York para la «Revista Dominical Dejando Huellas»
08 de enero de 2023