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Juan Manuel García expresa sus convicciones sobre Juan Pablo Duarte y Francisco Alberto Caamaño Deñó 

El coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó en una de las tantas llamadas de Juan Boch
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Caamaño Deñó nunca fue entendido por Juan Bosch, el derrocado presidente por quien arriesgaba su vida para buscar su reposición en la presidencia y su gobierno, hasta el punto de ser también perseguido y fusilado en las montañas. Bosch fue un descreído en el protagonismo de Caamaño Deñó lindando el terreno de la traición, sin que se haya estudiado todavía, por cual causa actuaba el político de esa manera.

Juan Manuel García al cumplirse el 210 aniversario del nacimiento de Juan Pablo Duarte, y del 50 aniversario de la llegada de Francisco Alberto Caamaño Deñó por playa Caracoles, consideró que resulta un excelente momento para hacer comparaciones entre estos patricios.
Pero también para recordar los obstáculos que los políticos interpusieron a ambas figuras en la formación y reivindicación de la Patria.
El periodista Juan Manuel García fue entrevistado en la Revista Dominical “Dejando Huellas” por Onorio Montás, para la emisora QuisqueyaFM, (http://www.quisqueyafmrd.com y http://www.dejandohuellasfm.net ) que se difunde por las distintas redes sociales.
El periodista García, quien se ha desempeñado como Director de Prensa de la Presidencia de la República, del desaparecido periódico El Siglo y del Centro de Información Gubernamental (CIG). Quien se encuentra laborando durante años, en el análisis del comportamiento de lo que fue Juan Bosch como intelectual y político en su próximo libro “El Cadáver de la Democracia” sobre el proceso y desarrollo de la democracia en nuestro país.

Juan Manuel Garcia

Duarte y Caamaño Deñó tuvieron un punto de coincidencia en sus roles de patriotas por excelencia, uno como ideólogo fundador de la República Dominicana, y el segundo como defensor arma en manos, de la obra de Duarte: ambos debieron de mostrar la fortaleza y la virilidad al momento de la acción con las armas en las manos.
Un detalle que nunca se deberá dejar pasar desapercibido, es la forma como Duarte y Caamaño Deñó, cada quien, en su momento, fueron entorpecidos por la conducta de los políticos, llegando al punto de substituirlos.
En el caso de Duarte, por el político Tomás Babadilla y Briones, cabeza del llamado grupo de los afrancesados, quienes nunca creyeron posible que habría una nueva nación independiente del poderío de Haití y de los imperios predominantes. Esto, aparte de haber sido hostigado y perseguido junto a sus familiares y seguidores por sus adversarios.
Caamaño Deñó nunca fue entendido por Juan Bosch, el derrocado presidente por quien arriesgaba su vida para buscar su reposición en la presidencia y su gobierno, hasta el punto de ser también perseguido y fusilado en las montañas. Bosch fue un descreído en el protagonismo de Caamaño Deñó lindando el terreno de la traición, sin que se haya estudiado todavía, por cual causa actuaba el político de esa manera. Lo cierto es que nunca aceptó la principalía del liderazgo de Caamaño, y lo entorpecía estando en el exilio, con la sabida connivencia con Joaquín Balaguer, negándose a dejar que Caamaño Deñó fuera el líder de toda negociación, no dejándole sosiego para su trabajo al frente la rebeldía popular.
Duarte, el Padre de la Patria fue viril, un hombre de botas calzadas como estratega militar, formado por el ejército invasor haitiano, al igual que su grupo de Los Trinitarios. Recorría el territorio nacional, haciéndole compañía a los propios haitianos en su movimiento de la reforma de ese país, y conquistando seguidores desde la clandestinidad.
Caamaño Deñó no sólo calzó las botas del militar formado y entrenado como tal por los propios norteamericanos, para enfrentar a esos norteamericano dueños de las fuerzas armadas más poderosas del mundo. Aceptó Caamaño Deñó encabezar la rebelión de la población, en las calles, para rechazar la invasión de las tropas norteamericanas.
Hay que ser un personaje valiente, de espíritu vibrante entre las piernas. Y en eso le tocó jugar el mismo papel a Duarte como a Caamaño Deñó.

Juan Boch terminó en una alianza negra con Joaquín Balaguer

El periodista García dejó establecido que durante más de veinte años se ha dedicado a investigar en su condición de analista periodístico, sobre la vida de Bosch desde que éste estaba en el vientre de su madre; sus vivencias durante la primera y segunda infancia. Su vida y su obra como literato. Pero, sobre todo, las causas por las que Bosch cometió tantos errores políticos, al punto de rehuir las alianzas, despojarse de sus amigos y relacionados con los propósitos que el político decía defender. Terminó en una alianza negra con Balaguer, para impedir los éxitos de José Francisco Peña Gómez.
La figura de Caamaño Deñó en su rol innegable de protagonista que lideró al pueblo dominicano con las armas en las manos para repudiar a los invasores militares norteamericanos, en 1965.
García afirma que la historia reciente de la República Dominicana, partiendo de la etapa que se inicia con la ejecución del tirano Rafael Trujillo bajo la directriz de los norteamericanos, no ha sido estudiada en profundidad y de manera científica. Despojándola de manipulaciones interesadas y colocando en su lugar, al sujeto y sus acciones, porque de lo contrario, habrá el riesgo de que la sociedad dominicana repita los errores del pasado por desconocimiento.
En el caso de Bosch, éste deberá ser estudiado en los tres perfiles de su personalidad: el humano, el de intelectual y literato, y en el rol de dirigente político hijo de inmigrantes, atrapado en distintas circunstancias como todo ser humano que fue.

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