En 2016 hubo 64.000 muertes por consumo de Opiáceos en Estados Unidos pidió la pena de muerte para castigar al narcotráfico
El expresidente Donald Trump se propone castigar a los traficantes de drogas y a los de personas con la pena de muerte, así como asegurar “completamente” la frontera con México; lo anterior si regresa a la Casa Blanca, así se indica en un plan de seguridad divulgado de cara a la nominación republicana en 2024.
El plan para un “Estados Unidos más seguro”, también propone que los cuerpos policiales que reciben subvenciones del Departamento de Justicia colaboren con migración para “arrestar y deportar a los delincuentes extranjeros”.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, propuso de forma oficial la pena de muerte para ciertos narcotraficantes.
En la presentación de su plan de lucha contra los opiáceos -que según estadísticas oficiales causan de decenas de miles de muertes por sobredosis cada año- el mandatario norteamericano se mostró dispuesto a luchar contra este «flagelo».
En 2016 hubo 64.000 muertes por sobredosis, la mayoría de ellas relacionadas con opiáceos. Esta categoría de estupefacientes incluye a ciertos analgésicos y a la heroína.
Trump -en su discurso de New Hampshire- argumentó que el gobierno federal está «perdiendo el tiempo» si no está dispuesto a matar a algunos traficantes. «Si no nos ponemos difíciles con los traficantes de drogas, estamos perdiendo el tiempo», dijo, «y esa dureza incluye la pena de muerte», confirmó.
Jesselyn McCurdy, subdirectora de la oficina de Washington de la Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos, dijo que la propuesta de Trump e «absurda». «El tráfico de drogas no es un delito por el cual alguien puede recibir la pena de muerte», dijo, refiriéndose a un precedente de la Corte Suprema que impone restricciones al uso de la pena cuando la persona declarada culpable no cometió asesinato.
«Tal vez nuestro país no está listo para eso… y puedo entenderlo», «aunque personalmente no pueda entenderlo», concluyó en forma contradictoria Trump.
En su presentación, el presidente describió la campaña publicitaria que realizarán como un esfuerzo «a gran escala» destinado a convencer a la gente de no consumir drogas.
«La mejor manera de vencer la crisis de las drogas es evitar que la gente se enganche, en primer lugar», dijo el presidente. «Estoy muy a favor de gastar mucho dinero en grandes comerciales que muestren lo malo que es» y que allí se describan «situaciones bastante desagradables».
El presidente tampoco perdió la oportunidad de vincular el tema de la drogadicción y el narcotráfico a la inmigración. Planteó que sus políticas -que incluyen construir un muro a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México y poner fin a las llamadas ciudades santuario y de pandillas- frenará la marea del abuso de opioides en los Estados Unidos.
«Los demócratas estarán de acuerdo con nosotros y construirán el muro para evitar las drogas», se apresuró a decir ante los cánticos que salieron del auditorio reclamando «construir el muro».
Los Sackler, la reservada familia de multimillonarios a la que señalan de beneficiarse con la crisis de opioides en Estados Unidos