Dirigente del PRSC señala autoridad y democracia se han visto perjudicadas en los gobiernos posteriores a Balaguer

Guillermo Caram afirma que la corrupción ha ido en aumento desde que el exmandatario salió del poder

El ex gobernador del Banco Central y dirigente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Guillermo Caram, consideró que la República Dominicana no debe preocuparse por las consecuencias que pudiera traer el reciente asesinato del presidente haitiano Jovenel Moïse al país.

Explicó que la problemática entre ambas naciones se origina en la grave crisis humanitaria producida en Haití que ha dado paso a un deceso en las condiciones sociales y económicas del vecino país.

Ingeniero Guillermo Caram Herrera

En una entrevista para el programa «Revista Dominical Dejando Huellas», producido por Onorio Montás y transmitido por CDNRadio, Caram manifestó que a pesar de que lamenta el magnicidio de Moïse no se puede olvidar el hecho de que había cuestionamientos hacia la legitimidad y legalidad de su gobierno.

“No podemos ignorar que había cada día una protesta y secuestros dirigidos por bandas organizadas “que aun existen, puntualizó.

Las políticas de Balaguer en cuanto a la problemática haitiana en el país son muy similares a las de entonces. El exmandatario creía que se le debía facilitar la compra alimentos y dar oportunidades laborales, bajo acuerdos de entrada y salida tan pronto terminaban las labores para lo que había sido contratados los haitianos para evitar la presión migratoria hacia el país.

De la misma manera, el dirigente del PRSC señaló que: “La mejor forma de mejorar la presión haitiana sobre el país es ayudando a Haití a que se desarrolle y logre su crecimiento”.

Caram señaló que lo más grave es la amenaza estructural originada en la otra parte de la isla que actualmente cuenta con la densidad poblacional más alta de Latinoamérica, de la cual, un 48% tiene prevalencia a la desnutrición, siendo esta la más alta del mundo.

También, catalogó como absurda la disposición del presidente Luis Abinader de cerrar la frontera inmediatamente ocurrido el magnicidio de Moïse.

Puso como ejemplo a Balaguer, recordando que el exmandatario mantenía la frontera abierta para vender gas licuado de petróleo a los haitianos (GLP), a pesar del disgusto de ciertos sectores de la población.

Su accionar estuvo motivado debido a que tenía la creencia de que sino lo hacía el pueblo haitiano empezaría a talar sus árboles para la quema y esto a su vez agravaría la situación del país motivando el paso de inmigrantes ilegales al país.

Sin embargo, contrario a la opinión de muchos expertos, Caram no ve a Haití como un ¨estado fallido¨ sino como uno que recurre a la victimización para obtener beneficios permanentemente. Dijo que basta con ver la manera en la que ha respondido la policía haitiana antes el asesinato del presidente para darse cuenta de esto.

Por otro lado, agregó que la corrupción ha estado presente en la sociedad desde hace ya mucho tiempo y ha ido aumentando con el paso de los años.

“Creo que hay que admitir que las sociedades y los gobiernos tienen una tentación permanente a la corrupción porque para que desaparezca también tienen que desaparecer los corruptos y corruptores”, manifestó.

Hablando específicamente de República Dominicana, el dirigente del PRSC comparó la corrupción existente en el país durante la época de Balaguer con la que ha prevalecido después de su mandato.

Detalló que los grandes problemas de aquel entonces se han visto reducidos a situaciones mínimas que tienden a pasar desapercibidas en la sociedad. Dijo que durante el gobierno reformista nunca se negó que existieron actos corruptivos, sin embargo, se trabajó para sancionarlos.

Puso como ejemplo los contratos para obras de construcción que se institucionalizaron durante el gobierno de Balaguer y que a penas hubieran tenido una comisión del 10% para quien decidiera beneficiarse de la misma y consideró que actualmente la cifra se ha multiplicado varias veces.

Afirmó que en los gobiernos posteriores al exmandatario una constante ha sido el relajamiento del uso del poder que ha sido perjudicial para preservar la autoridad y la democracia.

Sobre el expresidente Hipólito Mejía, el gobernador del Banco Central opinó que: “Hay cosas que se pueden decir para tener una salida chistosa (de preguntas sobre su gestión), por una vez, pero si las vives repitiendo cansa y pasa a ser de mal gusto”.

A su vez, catalogó como una burla el cuestionamiento de Danilo Medina sobre cual era la corrupción existente en el país, ante la pregunta de una periodista.

Mientras que, en cuanto al mandato Abinader, Caram declaró que es “vergonzoso y preocupante” el reciente aumento salarial ¨secreto¨ anunciado por el presidente en un dialogo que se produjo sin el conocimiento de la población.

Cuestionó por qué el sector empresarial se mostró de acuerdo con la medida recordando que siempre se opusieron a los aumentos salariales. “Acaba de darse a conocer que hace dos meses a los principales dirigentes sindicales les acaban de dar una pensión del Estado, no de la seguridad social”, añadió.

El ex gobernador reprochó este hecho alegando que los llamados lideres sindicales no laboran directamente con el Estado, por lo que no deberían verse beneficiados con una pensión del mismo.

“Toda esa degradación del poder comienza a neutralizar las medidas positivas que se puedan estar produciendo”, puntualizó.

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