Claudio Caamaño Grullón defiende el honor de Jorge Geraldo Marte Hernández

El ex mayor P.N. Claudio Caamaño Grullón ha dado a conocer una carta que envió al economista Bernardo Vega, acerca de su libro sobre los archivos de Ramfis Trujillo, en la que contradice algunas de sus informaciones sobre acontecimientos durante la guerra civil de 1965.

El texto de la carta dice:

“Señor Bernardo Vega

Distinguido señor editor del libro “Archivos de Ramfis Trujillo. Los sucesos entre 1965 y 1969” ISBN: 978-99934-27-12-4.

Claudio Caamaño Grullón-Sergio-

Su libro está basado en papeles de Ramfis Trujillo y del historiador licenciado Emilio Rodríguez Demorizi, a quien traté y aprecié en los días gloriosos y terribles de la Guerra Patria de 1965 cuando el pueblo dominicano después de derrotar y poner en fuga a las fuerzas militares del golpista Elías Wessin Wessin, enfrentó también a la abusiva, criminal, ilegal y antipatriótica invasión militar del gobierno de Estados Unidos, pedida por Wessin inmediatamente después de su aplastante derrota al final de la tarde del 27 de abril en el Puente Duarte, entonces único sobre el río Ozama.

A mediados de mayo, en un momento de calma, en el fragor de las batallas y los combates, y las urgencias impostergables de la guerra, me encuentro a solas con el Presidente Constitucionalista de la República en Armas contra la invasión norteamericana, Francisco Caamaño Deñó en su despacho. Bonaparte Gautreaux, viceministro de la Presidencia, informa que el licenciado Rodríguez Demorizi solicita una entrevista. Caamaño, extrañado pregunta ¿Qué quiere ese viejo trujillista? Gautreaux le informa que hace dos días las tropas invasoras y las serviles del general Antonio Imbert Barrera, que atacan durante semanas al norte de la ciudad de Santo Domingo y asesinan a todo el que hacen preso, ejecutaron a su hijo y él viene a ponerse a las órdenes. El presidente Caamaño interrumpe nuestra reunión y enternecido va a buscar a Don Emilio, que pasa a ser su colaborador con los grupos de políticos, industriales, comerciantes y otros de la derecha que están en contra de los invasores.

Jorge Geraldo Marte, Caamaño Deñó, César Caamaño, Emilio Rodríguez Demorizi y Claudio Caamaño Grullón

En las páginas 22 y 23 usted publica un manuscrito del ex teniente coronel piloto Octavio Balcácer Bonilla, FAD, el más grande asesino y torturador de la Fuerza Aérea hecho preso el 11 de febrero de 1962 por crímenes en la Era de Trujillo, que al final de página y media de mentiras, jactancias (aguajes) y groserías, publica lo siguiente, cito: “El día que los rebeldes tomaron la Fortaleza Ozama yo caí en manos de ellos. Me pasearon en camisilla por las calles céntricas de la ciudad y cuando me tenían colocado para fusilarme como último recurso me declaré sufrido del gobierno del Triunvirato y saqué mi carnet de esbirro; te extrañará, pero eso me salvó la vida. En eso llegó Chibús (sic), un capitán de la Policía, tío de Francis Caamaño, y me sacó de la fila; me llevó donde el cuero blanco (Montes Arache) y ya ahí salté a tierra: Montes me dio comida, café, agua fría, cigarrillos y $20; también…”

Francisco Alberto Caamaño Deñó y Claudio Caamaño Grullón

Página 24. Cito: “Entrevistado por el editor de este libro,  Manuel Ramón Montes Arache informó que en la entrada de la Torre del Homenaje vio que un grupo de jóvenes del 14 de Junio iba a fusilar a Víctor Alicinio Peña Rivera, Tavito Balcácel (sic) Bonilla y Jorge Gerardo Martes (sic) Hernández. Montes Arache les preguntó que cómo iban a fusilar a personas que no habían sido sentenciadas (sic). Era una acción “sin justicia o verdugo”, por lo que optó por quitarles las armas. Envió a Jorge Gerardo Martes (sic) Hernández donde Caamaño, pues era amigo suyo, y a Alicinio Peña Rivera y Tavito Balcácel (sic) Bonilla los llevó a la línea divisoria entre la zona constitucionalista y la del Gobierno de Reconstrucción Nacional, donde estaban las tropas norteamericanas y allí dejó a ambos libres”.  Este libro con tan excelente material histórico, es decepcionante; publica errores y mentiras interesadas. Pone en la misma ciénaga de asesinatos, torturas, sangre, terror, robos, abusos y lágrimas, donde están hundidos históricamente el ex teniente coronel piloto Octavio Balcácer Bonilla, comandante del centro de asesinatos y torturas de la Aviación Militar Dominicana, en el kilómetro 9 de la carretera Mella, y el ex capitán Alicinio Peña Rivera, E.N., jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) de la región del Cibao, que entre sus muchos crímenes están los asesinatos de las inmensas Mártires de la Libertad, Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, el mártir  Rufino de la Cruz y el robo de las casas y tierras de las familias Mirabal, al coronel constitucionalista Jorge Gerardo Marte Hernández, Héroe de la Batalla del Puente Duarte el 27 de abril y prócer de la Guerra Patria de 1965. Fallecido el 20 de abril del 2000.

En esa entrevista sobre su relación de amigotes con los criminales Balcácer Bonilla, Peña Rivera y otros, Montes Arache, autopromocionándose, toma para sí las hazañas guerreras de otros y trata de echar basura a los verdaderos Héroes de la Gesta Patriótica más importante del siglo pasado, como ha hecho en todas las ocasiones en que ha sido entrevistado. Ejemplos: 11 de marzo de 2000 y 16 de febrero de 2004, en el periódico LISTÍN DIARIO y el 22 de abril de 2004 en el diario Hoy, y otros. Él trata de justificarse de manera acomodaticia y falsa como siempre dice y actúa. Lo que usted publicó sin ninguna verificación o comprobación de su parte, que pudo hacer como historiador y editor.

Desmiento al señor Montes Arache:

1.- El día 28 de abril de 1965, Montes Arache no pudo estar en la entrada de la Torre del Homenaje, dentro de la Fortaleza Ozama, porque él no pudo rendirla o tomarla por asalto, como le ordenó el jefe militar y líder de los constitucionalista coronel Francisco Caamaño, quien lo relevó por incapaz esa noche a las 20:00 horas por el coronel constitucionalista Juan María Lora Fernández, que sí la tomó a sangre y fuego al día siguiente, a las 10:00 horas, a quien acompañé como su segundo al mando en el ataque definitivo y toma por asalto de la Fortaleza Ozama.

2.- El coronel constitucionalista Marte Hernández nunca estuvo a ser fusilado. Fue el primer oficial superior que enfrentó al general de brigada golpista Belisario Peguero Guerrero, PN en la corrupción que implantó como jefe de la Policía Nacional, después del derrocamiento del presidente Juan Bosch.

Fue trasladado de castigo a Monte Cristi, el 1 de noviembre de 1963, donde fue arrestado el 30 de diciembre de 1963 por no encontrarse en Monte Cristi el día anterior, cuando el chivato Ramón Andrés (Monchi) Cordero (ajusticiado luego en Santiago) tras denunciar en Santo Domingo que los luchadores antitrujillistas Francisco José Socías Rodríguez, Carlos César Zabala y Francisco del Rosario García, tenían armas de fuego en Monte Cristi.

Dos policías, un sargento y un raso del Servicio Secreto viajaron con el chivato a Monte Cristi, ubicaron e hicieron presos a los denunciados y los torturaron hasta asesinar a Socías Rodríguez y herir gravemente a Zabala y a García el 29 de diciembre de 1963 en el cuartel policial. Fueron arrestados los policías del Servicio Secreto Marte Hernández y el oficial del día. El 31 de julio de 1964, fue cancelado y liberado, injusticia que redobló los motivos de los coroneles Caamaño Deñó PN y José de Jesús Morillo López, PN y mío, en contra del golpista, corrupto y arbitrario jefe policial. Marte conspiró con nosotros en contra de Peguero y del gobierno ilegal del Triunvirato. Participó junto a su hermano, el segundo teniente Francisco Marte, PN y su cuñado, segundo teniente José Rodríguez Jiménez, PN y otros once oficiales y veintinueve sargentos, cabos y rasos de la PN en el asilamiento policial que inicié en  el Centro de Enseñanza de las Fuerzas Armadas en San Isidro, a las 13:30 horas del viernes 15 de enero de 1965, que obligó al gobierno ilegal del Triunvirato a destituir al general Peguero Guerrero, PN como jefe de Policía Nacional la tarde de el lunes 18 de enero de 1965.

El 27 de abril de 1965, a las 08:00 horas, en medio del corre corre, muertos, heridos, destrucción y confusión por los asesinos ataques aéreos impunes (no teníamos armas antiaéreas) Marte Hernández, armado de fusil automático y pistola, se une al coronel Caamaño, al profesor Ilio Capozzi y a mí en la parte sur del parque Independencia. Tres horas después, cumpliendo una orden del Presidente, José Rafael Molina Ureña, estamos organizando la defensa del Puente Duarte y participa heroicamente con valor extraordinario, como segundo al mando del héroe máximo coronel Francisco Caamaño Deñó, en la batalla más sangrienta de la historia dominicana, en la que derrotamos aplastantemente al golpista Wessin Wessin y cambiamos el curso de los acontecimientos históricos hasta el día de hoy.

3.- El 28 de abril de 1965, toda República Dominicana era constitucionalista y la Guerra Civil había terminado el día 27 con la derrota de Wessin Wessin. Estábamos listos para volver a la legalidad y a la democracia, con la inminente llegada y el retorno al poder del Presidente Constitucional Juan Bosch, por lo que el gobierno de Estados Unidos, presidido por Lyndon B. Johnson, inicia la invasión militar en la madrugada del día 28 para salvar al golpista Wessin Wessin y reconstruir sus dependientes y serviles fuerzas armadas, ahora destrozadas y en fuga, y oponerse al regreso del legítimo Presidente dominicano, enfrentando la soberanía y autodeterminación alcanzada a tan altos sacrificios y esfuerzos,  ganada tinto en sangre por el triunfante pueblo dominicano inspirado, dirigido y encabezado por el combatiente coronel Francisco Caamaño.

Ese 28 de abril Montes Arache no pudo llevar a los criminales Balcácer Bonilla, Peña Rivera y otros a la zona del “Gobierno de Reconstrucción Nacional”, presidido por el Héroe de la Libertad, general Antonio Imbert Barrera, porque este ilegal gobierno no existía, fue creado por el gobierno de Estados Unidos, amparado por sus fuerzas militares invasoras, diez días después, el 7 de mayo de 1965, como un gobierno servil, títere y antipatriótico al servicio de los intereses egoístas y criminales del gobierno de Estados Unidos y en contra del más grande patriota del siglo pasado: el pueblo dominicano.

 4.- Marte Hernández, que desde el 27 de abril era el segundo al mando del jefe militar constitucionalista coronel Caamaño, no pudo ser de los asesinos trujillistas prisioneros y los presos comunes que Montes Arache recibió del coronel Manuel Valentín Despradel Brache, PN, comandante de la sitiada Fortaleza Ozama (sin agua, comida ni energía eléctrica desde hacía cuatro días) al anochecer del día 28 de abril, criminales trujillistas que protegió, escondió y llevó en la mañana del 29 al hotel El Embajador, donde desde el día 28 en la tarde, dominicanos y extranjeros que huían de la guerra se reunían en espera de ser sacados del país por los norteamericanos, que iniciaban la invasión.

5.- En la página 24, dice Montes Arache que a la muerte de Ramfis Trujillo en 1969, fue a su entierro y formó parte de la guardia de honor de su féretro. La justificación que dice en la misma página, es otra mentira.

Dos días después de la salida de Francisco Caamaño Deñó de Europa a Cuba el 27 de octubre de 1967, Montes Arache y Héctor Lachapelle Díaz informaron a los gobiernos norteamericano y dominicano lo que ellos conocían del proyecto Bosch-Caamaño. A finales de diciembre de ese año, Montes Arache se trasladó a Madrid, España, y se integró a un grupo que Ramfis Trujillo financiaba, donde conseguía dinero fácil, carros, bacanales y otras prebendas. Recorrió parte de Europa, Canadá y Estados Unidos tratando de ganar combatientes constitucionalistas para un movimiento  en contra de Joaquín  Balaguer, que Ramfis dirigió hasta su muerte el 28 de diciembre de 1969.

Sobre los fusilamientos que el asesino Balcácer Bonilla y Montes Arache mencionan sin fundamento alguno, como mayor constitucionalista Jefe de Inteligencia y Contrainteligencia (G-2) del Gobierno de la República en Armas del presidente Caamaño, puedo asegurar que nosotros no fusilábamos; estaba estrictamente prohibido. Nuestros enemigos, invasores norteamericanos, base militar de San Isidro y “Gobierno de Reconstrucción Nacional”, sí  llenaron de terror y espanto al país. El informe de la Organización de Estados Americanos (OEA), cómplice del gobierno de  Estados Unidos, que legalizó a los invasores como Fuerza Interamericana de Paz (FIP), no pudo ocultar ante la protesta y el clamor del mundo todas las atrocidades cometidas por los norteamericanos y sus serviles.

Firmado por los funcionarios de la OEA, señor Daniel Schweitzer, doctor Alfonso Quiroz y   doctor Jorge Avendaño, de fecha  3 de julio de 1965, el informe ¡horroriza! Llenaron de cadáveres insepultos, fosas comunes y focos de cremación en los terrenos cañeros de San Isidro y Hainamosa, y se hallaron varias fosas comunes en el cementerio de la Máximo Gómez, con cientos de cadáveres y a ambos lados de la carretera Villa Mella-a la prisión La Victoria.  

En las cercanías del puente sobre el río Yuca se encontraron treinta y nueve cadáveres en varias fosas y otros restos humanos insepultos comidos por animales y focos de cremación con restos humanos calcinados; en “Haras Nacionales” cuarenta y dos cadáveres en condiciones igual a los anteriores. En “Mata Redonda” dieciséis cadáveres, en “Mal Nombre” en dos fosas nueve cadáveres. Y así se repiten en diferentes sitios tumbas y restos humanos, entre los cuales se identificó al valiente Luis Reyes Acosta, único periodista nacional o extranjero que estuvo en la Batalla del Puente Duarte y fue capturado en la Batalla de la parte norte de la ciudad mientras ejercía su trabajo de periodista de guerra.

Su cadáver presentaba los dientes rotos y otros destrozos en manos y pies y  amarrado fuertemente por detrás en los codos, con varios disparos en el pecho a quemarropa, y Yolanda viuda Guzmán que lo acompañaba, además de Félix Fernando Taveras, Rafael Antonio Vázquez García y José María Reyes, todos en la misma fosa.

En la cercanía de Monte Plata, fueron asesinadas seis personas con armas cortas y largas, entre ellas el sacerdote canadiense James Arthur McKinnon (Padre Arturo) a las 19:00 horas del martes 22 junio de 1965, por oponerse a las atrocidades que se cometían en esa comunidad, donde era muy querido.

En la página 28 aparece Caamaño imponiendo las insignias de primer teniente a Germán Ureña Ovalle y al lado de la foto dice: “Francis Caamaño, líder de la Revolución de Abril, a quien le escribió Ramfis Trujillo en diciembre de 1965, condecora a Alejandro (“Chivú”) Deñó”.

Creo firmemente que nuestra historia es falsa, fabricada e inútil, y debe ser verdadera para poder servir al presente y al futuro de los dominicanos. Por eso he aclarado algunos acontecimientos históricos a los que Dios me ha permitido vivir y sobrevivir.

Atentamente.

Claudio Caamaño Grullón

17 de octubre de 2008

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